En nuestro centro de yoga en Bilbao, cuando uno se sienta en la esterilla, se encuentra disponible, abierto a lo que se presenta en cada instante, sin la necesidad de modificar o eliminar nada.

El cuerpo se presenta en la escucha, las distintas sensaciones comienzan a desplegarse, una mirada que ni juzga ni interpreta constata lo que aparece en el momento.

El movimiento surge desde una sensación de vacuidad, carente de intención, el empujar, el estirar, el controlar, el aguantar…todos estos esquemas de defensa no ocupan ningún espacio, es la Alegría de encontrarse disponible dando la bienvenida a todo lo que se presenta. El aliento igualmente se despliega a pesar de uno…

En una sesión de Yoga no se gana, ni se pierde nada, qué gran descanso…sólo acompañar al movimiento, escuchar las distintas reacciones en el cuerpo…sólo constatar.

El Yoga de Cachemira se despliega de la exploración corporal a la vida cotidiana, lo que me molesta, lo que me agrede, lo que me incomoda es el campo de investigación, renuncias a comprender…permites que la sensación te hable, estás disponible a lo que se presente sin involucrarte psicológicamente, no hay víctima, ni agresor, hay sensación, eres el espacio en el que se manifiesta la sensación…